Peligrosos episodios domesticos. (Objetos innanimados y rencorosos acechan)

...(...)Cuando aplicamos esta perspectiva, la de creer que lo que vemos en realidad es otra cosa de la que vemos, creemos por lo general que la apariencia está destinada a engañarnos y fácilmente pensamos en un plan, en una intención del sistema. Quien siente que las apariencias están constantemente engañándolo cree que todo es una representación, que el mundo es un teatro donde todos actúan para él. Al tratar a los demás como actores, sin embargo, puede quedarse solo, porque no percibe la verdad de los demás, perdido como está en un universo de sospecha constante. Tenemos que darnos cuenta de que si bien puede ser muy tranquilizador creer que todo está determinado por el poder en realidad el mundo es un quilombo desorganizado y nadie tiene tanto poder como para manipular todas las apariencias a su favor. Quienes nos rodean son como nosotros, apariencias verdaderas.(...)...