lunes, marzo 22, 2004

...(...)Lo más frecuente es que pensar que detrás de cada cosa visible hay otra que se esconde es aludir a una peor de la que se ve. Porque la interpretación de lo oculto jamás va para el sentido de algo mejor. El fondo engañoso es fondo maligno que nos quiere engatusar.

Por supuesto que hay cosas que no se ven a primera vista, que hay que aplicar inteligencia para observar y detallar y comprender. Pero se trata de entrar en la densidad problemática de las cosas, no de eliminar apariencias sino de comprenderlas. Mejor que deshacer las apariencias yendo derecho al fondo es darse cuenta de que el fondo está mezclado con las apariencias. La verdad está en todas partes, hay que saber entenderla. Y muchas, muchas veces, es más justo aceptar la apariencia que declararla falsa. Podríamos también decirlo así: las apariencias no engañan, el que se engaña es uno, que no sabe ver del todo y le echa la culpa a las cosas de la falta de claridad propia.(...)..