Canción triste de cualquier mujer.

1.¿Quién puede explicar por qué elejí atarme a un niño-hombre rubio que suelta sus mentiras en mi oído así como suelta su semen en ese otro sitio?

2.Su polla me reduce a cenizas.

3.Somos criaturas nacidas entre el pis y la mierda, y en nuestros peores momentos recordamos obsesivamente ese dilema.

4.Ella lo quiere sano y salvo entre sus piernas para siempre; él, temiendo querer permanecer allí, huye.

5.Mi amor es un embaucador, un puto, un vaquero, un gallito, un adicto, un artista, un buen bailarín, un dandi.

6.Necesito un poco de azúcar en mi cuenco.

7.En el momento en que empecemos a cojer alocadamente, su madre nos encontrará y atravesará la pared de nuestro tocador como un vampiro de una película de 1940.

8.Una insensata aventura enloquesida por las drogas, días de vino y rosas, sinsemilla y crisantemos, cocaína y lirios de agua. Noches de amor salvaje e interminable en las que perdíamos la cuenta de la cantidad de actos sexuales, porque no tenían ni principio ni fin.

9.Podía mirar por sus narices y ver la eternidad.

10.Cuando quedamos agotados, permanecemos abrazados. Mi cabeza en su axila, donde huelo el aroma que une mis ciclos menstruales con la luna.