jueves, septiembre 01, 2005

El pianista del Coco Bongo
toca sólo, así, lo hondo.
Su dedo medio, largo de asco
roza el marfil
se ríe de mi.

El pianista está en la pista

Canta a su luna de noche barata
maltrata a las damas. Dando la lata.

Hunde sus brazos detras del teclado;
alguien a muerto, eso está claro.

Es su existencia
de pequeña causa.
Es la molestia
de esta gran casa.

Madamme lo vigila.
Lo juzga en silencio.
ántes fue pura,
extraña el silencio.
El piano detiene
su polca. Silencio.
El último acorde
se funde en incienso.

Madamme lo vigila.
Lo juzga en silencio.

Madamme se arrodilla
vomita en la pista.

La tisis le quema
la carne y la vida.

El hombre del piano
se ríe de nada

Madamme muere cada lunes
por la madrugada.