martes, noviembre 29, 2011




Esta semana perdí el rumbo
sólo dos veces

mi propia tripulación
se revela
con uñas y dientes
zapatos y perfumes
pretéritos.

Antes ocurría más
mucho más
cinco de los siete
días de la semana.

los dos restantes no alcanzaban
para recuperar el timón.

Así que, en términos generales,
la situación es buena.

Pero cuando pasa eso,
cuando se abre un remolino en el living
y los libros y las copas y el mantel
se ven succionados, sin remedio, por aquél

y el carajo resulta chico
para explicar
a dónde se fueron tus cosas

tus certezas, tus santos,
tus lasañas de domingo
tus zapatillas de correr
tus omisiones al ansioso destino

el ambicioso sentido del amor

tus ganas de estar
lo que se dice
bien

más aún
cuando sabés
que cualquier día de estos

salís a comer
y los marineros toman el barco.