miércoles, diciembre 07, 2011




por qué no me dejan de joder con los milagros
le dije ayer a una señora
que quería zamparme
con ese amor de prepo de las abuelas
una estampita de San Ceferino.
Le pedí que la próxima vez
que pensara en mi para un regalo
piense en cigarrillos.

Menos vulgar y mejor compañía
un cigarrillo.

Naturalmente, puede matarte.

Pero yo les digo:
también puede hacerlo un milagro.

Y para milagros mal orientados,
nos sobran vírgenes lloronas.

Ahora, si yo fuese San Ceferino
tendría tantas novias, señora

Se rió
la anciana
e insistió;
pero yo ya estaba en otra parte.