martes, mayo 02, 2006

Exquisíta, por lo menos misteriosa.
Que sus labios sean el horror de este mundo sin forma.

Su aliento no será menos espantoso que esos labios.

Ya que estamos,
ya que es la hora de pedir,
que su própio egoísmo
no me deje sentir protejerla.

Que ya sepa el alfabeto
de mi pavada,

se ría un poco y me coja,
cuando yo crea lastimarla.

Aunque eso sea un poco enfermo
en el fondo es dulce.

Para nosotros.

La quiero con olores reconocibles.
Y nuevos olores.
Que se canse a veces,
Porque yo también me canso.

que discuta y sea perra
y suave en los extremos.
Que repare lo que un desconocido hizo.

Y se levanten las alfombras de los vestíbulos.
Donde pise.
Que le declare la guerra a mi pavada.
y a cualquier otra
y que sea un poco pava.

Que me bese en los trapesios, para empezar.
Que sea para mí
y para otros.

Pero mía.
Y seremos nuestros.

Que sea tridimensional.