Bicicletas
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Las llaves, el jugo
las hornallas
el eje es la cintura
las tangas, las almohadas
en la orilla
Los artículos brincando entre comillas
"las" "el" "la" "los"
me pedías te separe las rodillas
Sacudite del cabello los sueños
esta mañana
la estrategia siempre fue
anidar ahí en su espalda
detenido para siempre
en la idea de tu aliento
mujer del pabellón con efecto propio
de pelo al viento
en slow motion
es primo aural
el total de tus costillas;
Tiradores reptan en los techos
corazón,
en situación de calle,
sin arte de la persuasión
ni victimas visibles
no hay missdirection
pudo lamerse en el vértigo, con risas;
sonrió, para limpiarse
bordeando, casi tan triste
el sexo de las comisuras
estacionó su humanidad
con delicadez de meretriz
justo entre
desencanto y entusiasmo
justo ahí,
en el punto ciego
de mis posibilidades
Las opciones son nubes
primero un perro
una sartén
hipopótamo, teta,
belladona en flor, elefante
luego, un ovni
cambian, Aristóphanes, cambian
cumulonimbus
-o mellor- cunnilingus
BASTA DE ECONOMÍAS PARA MÍ,
como un titular
de Le Monde Diplomatique
las caricias ahorradas
no lo son ni lo serán.
Yo quería andar en bicicletas,
de verdad
Y quitarnos la sal con la manguera
tarde en casa, patio de porland y arboleda
Oles a protector solar
hawaiian tropic, a cocos
almendrada, de nosotros, derretida
y exploto de alegría
bajo el sol que nos abrasa.
Visualizá un cangrejo
en la arena
la coraza como un firmamento
salpicado de naranja;
levantá la cabeza, por favor
en la playa, corrés, disimulada
de la cola, la malla
a lo lejos te saludo
con la mano, yo
podría ser cualquiera.
Podría ser mejor.
Y así todo él, todavía
va meciéndose la crema en el cielo
va moviéndosé al caer el día
hamacás, porfiada entre mis celos
porque celo
y prometo muerte lenta
con mis niños esclavos
te hicimos
un sommier
gigante con la mejor
intensión de quererte
entre varios
desvarío, los celos
el asunto de los celos
me limita.
no podria compartirte
ni cederte o comulgarte;
Las malas artes, perfidia,
cuspide y bahía.
Pedaleamos
el tin tin de las cadenas
nos anima; hasta el muelle y luego al pueblo
las sombras rodando en la rambla
tienen
sobradas razones
para seguirnos.