jueves, septiembre 13, 2007



Trabo la pluma entre los dientes
marcho a buscarte al sitio de siempre.
A ahogarme en la penumbra
salir después, tacones en punta
con la misma pregunta y el dedo afilado.

Me quedo un rato a un lado
entre copas y callado
mirando un sol calado
que crece en tu cortina.

Me antoja una congoja que raspa
en la panza y en el ojo larga agua
larga rápido, te aprieta y se apaga
Te tiene un rato en el medio de la nada
y te larga en un baldio, suena una risa lejana
se quema en el pecho
la última luz pagana.

Me siento santo y es mentira
es un truco,
un ardíd de perdon de las mañanas
el agua que moja la angustia
que no entiendo y perdono.

Me canso sonrío y abandono
tu exigencia feroz que me da risa
una vez y otra más y más aprisa
la piel hecha trizas con vestido
me aburre, yo me fumo con cupido.

Queramonos, vivamos bien el cuento
la pena corteja al espamento
la tuya que aplasta y me seduce
la mía que acecha y te desviste.