lunes, noviembre 14, 2011




Anti Gospel
//////////////////

Señor, yo nunca pido nada.

Con frecuencia,
cuestiono
tu pésima actitud
y ese andar,
tan poco probable,
que llevás.

Señor, yo que nunca pido nada.

La deseo y te la exijo.

En defensa de este anhelo,
pongamos como ejemplo
tus bobos fieles
a quienes sin más,
consedés
con tu gracia, solución
a su pesar.

Por mucho menos, haces tus magias.
Desde siempre
como padre
nos hablás en galimatías.

Desean en vuelos bajos,
tus creyentes, tus errados
Tu rebaño de tarados.

Ciegos, inválidos
pobres, canallas
a todos ellos
-que tiran la toalla-
seguro que escuchas.

Chocho,
en tu despacho de nubes,
con forma de ubres,
lo más campante,
-que pase el que sigue-
con secretaria, café & fax.
En tu oficina,
celestial
como un averno;

A este chico de Palermo
irás a despreciar?

Tráela a mi, apártamela
de los otros hombres
de todos los barrios
que la quieren tocar

Que sea para mi, por su voluntad.
Hacéla como vos,
sobrenatural;

Yo no soy tu siervo
yo no soy tu hijo
ni tu adepto ni tu fan

Ocurre, Señor, que sos
tan tan tan
megalomaníaco e inmaterial
en tu andar

Nos dejaste tan solos, Señor
después del big bang

Nos hiciste tanto daño,
con tu existir surreal

Ahora,
dejate de joder
y dámela.

no vine por perdón
no traje nada para ofrendar
no pienso que seas tan grosso
(Por Dios, si el cielo es un poso)
y por triste que suene
no hay señales de que existas,
la verdad.

No intentes extorsionarme
no hagas nada, nunca más.

Que se abran ante mí tus nieblas
Para verla
abrazarla
tenerla.

Señor, yo nunca pido nada.
Nunca nada, en realidad.